viernes, 4 de enero de 2013

La Carta de Atenas, Le Corbusier


Charles-Edouard Jeanneret, quien a partir de 1923 empezó a conocerse como Le Corbusier, tuvo una gran influencia sobre la teoría y la práctica de la arquitectura y sobre el urbanismo del siglo XX. 







Entre sus numerosos escritos, Le Corbusier publicó en 1942 La Carta de Atenas, un manifiesto urbanístico redactado en el IV Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM). Fue celebrado a bordo del Paris II en 1933 en la ruta Marsella-Atenas-Marsella. En La Carta de Atenas se analizaron 33 ciudades: : Ámsterdam, Atenas, Bruselas, Baltimore, Bandung, Budapest, Berlín, Barcelona, Charleroi, Colonia, Como, Dalat, Detroit, Dessau, Estocolmo, Frankfurt, Ginebra, Génova, La Haya, Los Ángeles, Littoria, Londres, Madrid, Oslo, París, Praga, Roma, Rotterdam, Utrecht, Verona, Varsovia, Zagreb y Zúrich


Dicho documento surgió de las profundas reflexiones en las que se imbuían los grandes arquitectos como Le Corbusier o Ludwing Hilberseimer. Mientras el primero centraba sus investigaciones en torno a su diseño de una ciudad de tres millones de habitantes en la que primaba una zonificación horizontal, el segundo proponía como alternativa una superación del modelo de Le Corbusier con su Ciudad Vertical. Finalmente, ambas corrientes se sometieron a una revisión profunda y ambas se encontraron en IV CIAM. 


















La Carta de Atenas habla de la ciudad como territorio masivamente construido, pretendiendo aportar una primera reflexión crítica sobre la necesidad de incorporar los espacios urbanos a la evaluación ambiental y al campo del desarrollo sostenible. Además, apoya una separación funcional de los lugares de residencia, ocio y trabajo, y propone la colocación de los edificios en amplias zonas verdes poco densas.
Hablar de la carta de Atenas es hablar de la ciudad, puesto que el texto exalta la modernidad y la ciudad funcional, que se opone a las ciudades tradicionales. Expone así el concepto de una ciudad modelo, donde resalta (como ya hemos dicho antes) las diferentes funciones de la ciudad, separando unos espacios de otros: una zona para la residencia (con una preferencia, expresada por Le Corbusier, por los edificios de altura); una zona para las empresas y las fábricas, es decir, una zona para el trabajo; y por último, un espacio dedicado a las zonas verdes y zonas de ocio y recreo, destinado a las actividades deportivas o al paseo, por ejemplo. Otra de las cosas que se establecieron en el CIAM y que, posteriormente, fue recogida en La Carta de Atenas fue la conservación del patrimonio histórico.




























La carta queda articulada en 95 puntos, agrupados en tres secciones. La primera reúne en 8 puntos el marco social y económico en el que se inscribe la ciudad y los factores que han de considerarse en su desarrollo. La segunda parte constituye el núcleo de la Carta y en ella se exponen las conclusiones extraídas del estudio realizado sobre las 33 ciudades examinadas. Gracias a este análisis se identifican unos criterios que informarán la planificación de las cuatro funciones básicas (habitación, esparcimiento, trabajo y circulación). La Carta termina, en su tercera parte, con las conclusiones que identifican la finalidad del Urbanismo y el marco legal que hará posible esa acción del planeamiento. 

A continuación dejamos un extracto de La Carta de Atenas:
                                      
                                       Primera sección de la Carta

   La ciudad y su región.
     1. La ciudad no es más que una parte del conjunto económico, social y político que constituye la región.

     2. Yuxtapuestos a lo económico, a lo social y a lo político, los valores de orden psicológico y fisiológico ligados a la persona humana introducen en el debate preocupaciones de orden individual y de orden colectivo. La vida solamente se despliega en la medida en que concuerdan los dos principios contradictorios que rigen la personalidad humana: el individual y el colectivo.

    3. Estas constantes psicológicas y biológicas experimentarán la influencia del medio: situación geográfica y topográfica, situación económica, y situación política. En primer lugar, la situación geográfica y topográfica, la índole de los elementos, agua y tierra, la naturaleza, el suelo, el clima...

      4. En segundo lugar, la situación económica. Los recursos de la región, contactos naturales o artificiales con el exterior...

      5. En tercer lugar, la situación política; sistema administrativo.

    6. Ciertas circunstancias particulares han determinado los caracteres de la ciudad a lo largo de la historia: la defensa militar, los descubrimientos científicos, las sucesivas administraciones, el desarrollo progresivo de las comunicaciones y de los medios de transporte (rutas terrestres, fluviales o marítimas, ferrocarriles y rutas aéreas).

      7. Las razones que presiden el desarrollo de las ciudades están, pues, sometidas a cambios continuos.
    8. El advenimiento de la era del maquinismo ha provocado inmensas perturbaciones en el comportamiento de los hombres, en su distribución sobre la tierra y en sus actividades mismas; movimiento irrefrenado de concentración en las ciudades al amparo de las velocidades mecánicas; evolución brutal y universal sin precedentes en la historia. El caos ha hecho su entrada en las ciudades. 






1 comentario:

  1. Aqui les dejo otra que escribi sobre el tema:
    La Reforma urbana segun el movimiento moderno. El CIAM 1933.
    Modernidad, socialismo y capitalismo.

    Puede ser que la ciudad ideal no exista, porque tal termino no es realista. Tendriamos que preguntarnos su es posible una ciudad a corde a las necesidades de la mayorias, decididas segun esas mayorias.

    http://constructoresdelarevolucion.blogspot.com/2013/05/la-reforma-urbana-segun-el-movimiento.html

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