domingo, 27 de enero de 2013

Arquitectura Penitenciaria



Arquitectura Penitenciaria
En este artículo hacemos un breve repaso al interesante mundo de la arquitectura penitenciaria, esto es, la aplicación de nociones arquitectónicas de forma, espacio y función a la construcción de prisiones. Dicha disciplina aparece también unida a la naciente concepción de Penitenciaría: un nuevo paradigma de reclusión en el que se busca el arrepentimiento del ofensor a través del silencio, el aislamiento y la penitencia. Así, la arquitectura aplicada a las prisiones intenta, a través de esta nueva tipología carcelaria, materializar las políticas públicas del período, enfocadas en humanizar las penas de privación de libertad; y al mismo tiempo, expresar de manera concreta los ingenios y teorías de filósofos y filántropos, que desean aplicar nuevas técnicas de control y distribución dentro de los penales, con la intención de rehabilitar moral y socialmente a los internos.

Las cárceles suelen ser panópticas. Panóptico es un adjetivo que sirve para determinar especialmente las construcciones humanas. Bajo esta palabra definimos los edificios que, desde un punto, se puede ver todo su interior. Así se evitaba que pudieran ocultarse los presos y poder planear fugas. En España la cárcel de la Modelo está inspirada en este sistema. En Bogotá el actual Museo Nacional también y en México el tristemente famoso Palacio de Lecumberri es panóptico.

El proceso de diseño. Los proyectos arquitectónicos, de cada uno de los edificios que forman la prisión, establecen una relación de funcionamiento sobre bases específicas. En ellas, los aspectos de seguridad, estabilidad, durabilidad y condiciones de extrema rudeza de operación definen las condiciones para que el diseño de cada espacio y de cada elemento (mobiliario, accesorios y equipos)sea especial y profundice en consideraciones de orden totalmente diferentes a las que normalmente estamos acostumbrados. Al respecto, cuando pensamos en un dormitorio y consideramos que estarán uno o varios presos en ella, debemos asumir que cada interno puede manifestar algún re-sentimiento social. En primera instancia, si está solo, debido al estado de depresión o estrés a que esté sometido, puede hacerse daño o incluso quitarse la vida con cuerdas, cintos o elementos punzo cortantes. En segunda, dañar con extrema violencia el mobiliario y los accesorios de la habitación o de los espacios que suele utilizar; por esta razón, deberán diseñarse los muebles y accesorios con determinadas características para evitar que el interno pueda dañarlos o utilizarlos como arma. En todos los espacios donde el interno desarrolle sus actividades tendrán que tomarse en cuenta las anteriores consideraciones y también para el diseño arquitectónico. Con objeto de hacer menos onerosa la operación y el mantenimiento de estos centros se busca utilizar tecnologías alternativas para el reciclaje de agua, generación de energía solar y eólica, el uso de materiales y sistemas constructivos regionales, y no depender de las llamadas "tecnologías de punta", que al llegar de países desarrollados, muchas veces no son los más adecuadas para nuestra realidad. La situación penitenciaria en algunos países subdesarrollados, es sumamente compleja; la arquitectura penitenciaria, por sí sola, es sólo un eslabón de la gran cadena de problemas críticos en el sistema político, preventivo, judicial y ejecutivo: insalubridad, hacinamiento, corrupción, deterioro e inseguridad de las prisiones, que lejos de contribuir a la readaptación, corrompe más a los internos.

La solución de estos establecimientos nos pone en la disyuntiva de conciliar un complejo sistema de seguridad, con las mínimas condiciones de habitabilidad que requieren los internos para llevar una vida decorosa dentro de la prisión. Con esta descripción podemos observar que debido a las múltiples necesidades y restricciones de una prisión, en el proceso de diseño se requiere analizar y conciliar una gran cantidad de elementos para lograr que en estas instituciones se den condiciones adecuadas de habitabilidad. Las prisiones, siendo espacios contradictorios en su planteamiento, son una realidad que la sociedad debe afrontar en forma integral y en donde la arquitectura juega un papel preponderante, aportando elementos formativos fundamentales del sistema judicial y la impartición de la justicia de un estado.

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