lunes, 28 de enero de 2013

LA CASA ES UNA MÁQUINA (Le Corbusier)


LA CASA ES UNA MÁQUINA (Le Corbusier)

Le Corbusier hizo con sus edificios obras emocionantes de valores artísticos
perdurables con su definición de la arquitectura como: el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz” con esto  demuestra que deseaba superar el estrecho funcionalismo de algunos de sus contemporáneos.

Él mismo crea sus propios "mandamientos" de la arquitectura modernista que estarán presentes en cada una de sus obras de la época. Es como una seña de identidad  en cada uno de sus edificios que, indudablemente, reflejan exactamente los sentimientos que surgen en el arquitecto en el siglo XX.

Le Corbusier postula  los cinco principios que representan los cánones del Movimiento Moderno:
- Fachada libre: gracias al empleo del hormigón armado se puede hacer la fachada
independiente de la estructura del edificio.
- Planta libre: los pilares forman un esqueleto independiente de los muros, tanto
exteriores como interiores. De esta forma el espacio interior se puede modular a
voluntad colocando los tabiques con mayor libertad y de forma variada.
- Ventanas apaisadas y corridas: esta forma de las ventanas aumenta la visibilidad y
proporciona una luz uniforme al interior, conexionándolo con el espacio exterior.
- Planta sobre pilotes a distancias regulares: la casa sobre pilotes deja libre la planta baja
y el edificio pierde el pesado zócalo de los edificios tradicionales.
- Azotea con jardín: el techo plano permite utilizar la cubierta del edificio como terrazajardín.

Algunos ejemplos de esta arquitectura se encuentran en La Villa Saboya 1928-1931 y en  Unité d' habitation. 1946-1952. BOULEVARD MICHELET de MARSELLA.

La Villa Saboya fue encargada a Le Corbusier por Madame Savoye que quería una casa
de campo a la última moda.

En mi opinión  La Villa Saboya  representa claramente un intento de acercar la arquitectura a la naturaleza, que se  integre totalmente en ella (la naturaleza se conecta y permite una visión de su horizonte a través de la cristalera corrida) y al mismo tiempo la arquitectura integre dentro de sí a la naturaleza haciendo uso de la "terrazajardin".
Se busca la conexión entre el espacio construido y el entorno creándose así el espacio continuo, característica del arquitecto.


Unité d' habitation. 1946-1952. BOULEVARD MICHELET de MARSELLA.

La Unidad de Habitación responde a un tipo de vida comunitario que interesó mucho a Le Corbusier. El modelo que desarrolla esta vivienda se basa en proporcionar un tipo de residencia que atienda cumplidamente diferentes necesidades: habitabilidad, servicios comunes, tiendas de primera necesidad,... Se tiene también en cuenta la necesidad de relaciones sociales; para eso se proyectó la terraza en la azotea con piscina y otras instalaciones.


En un intento de encontrar un sistema de medición independiente a la pulgada y el metro, y que sea más acorde a las proporciones del cuerpo humano, Le Corbusier desarrolló el Modulor. Para él, significaba un “conjunto de medidas armónicas apropiadas para la escala humana, universalmente aplicables a las cosas mecánicas”.
Muchos de los elementos compositivos de los edificios de Le Corbusier, en particular las Unidades de Habitación, fueron diseñados basándose en las proporciones del modulor, tanto en planta como en sección, desde las dimensiones generales hasta los detalles.



En este edificio Le Corbusier plasma su idea de creación de una pequeña ciudad en cada edificio, de esta manera se acercaría aun más a la sociedad del siglo XX alejándose de la ciudad europea de ese entonces: hacinada, insalubre, sombría. Le Corbusier planteaba demoler todo y construir grandes bloques habitacionales rodeados de parques y dispuestos de manera que no se hicieran sombra entre sí.







domingo, 27 de enero de 2013

comentario de texto, película "EL VERDUGO"


Interesante película que puede hacernos reflexionar sobre la sociedad española, y la sociedad en general. El Verdugo muestra una historia realista de los años sesenta, que, a pesar del tiempo transcurrido, es fácilmente aplicable a nuestra sociedad actual.
En pocas palabras, en la película vemos como a un joven, las circunstancias de la vida le llevan a ejercer de verdugo para no perder el piso donde se acababa de instalar con su familia.
¿Hasta qué punto puede llegar una persona para conseguir algo que desea? Hoy he aprendido, o mejor, confirmado, que hasta el final… la sociedad a lo largo de la historia nos ha convertido en seres consumistas, seres que hacen cualquier cosa por tener lo que el vecino tiene, seres envidiosos.  Seres que viven para trabajar, cuya única meta en sus vidas no es otra que comprar un coche y una casa. Y con tener eso, ya uno puede morir tranquilo; el mundo puede estar derrumbándose pero si tienes donde vivir ¿por qué te ibas a quejar?... Un piso, como vemos en la película, puede satisfacer y callar a una sociedad en ruinas, distraer ansias de revolución, y con esto, resignación ante injusticias.
Es muy importante aprender, culturizarse, conocernos a nosotros mismos y nunca traicionar nuestros principios por ningún tipo de soborno que pueda aportar tranquilidad a nuestras vidas, y por mucha presión que los demás nos provoquen.


Arquitectura Penitenciaria



Arquitectura Penitenciaria
En este artículo hacemos un breve repaso al interesante mundo de la arquitectura penitenciaria, esto es, la aplicación de nociones arquitectónicas de forma, espacio y función a la construcción de prisiones. Dicha disciplina aparece también unida a la naciente concepción de Penitenciaría: un nuevo paradigma de reclusión en el que se busca el arrepentimiento del ofensor a través del silencio, el aislamiento y la penitencia. Así, la arquitectura aplicada a las prisiones intenta, a través de esta nueva tipología carcelaria, materializar las políticas públicas del período, enfocadas en humanizar las penas de privación de libertad; y al mismo tiempo, expresar de manera concreta los ingenios y teorías de filósofos y filántropos, que desean aplicar nuevas técnicas de control y distribución dentro de los penales, con la intención de rehabilitar moral y socialmente a los internos.

Las cárceles suelen ser panópticas. Panóptico es un adjetivo que sirve para determinar especialmente las construcciones humanas. Bajo esta palabra definimos los edificios que, desde un punto, se puede ver todo su interior. Así se evitaba que pudieran ocultarse los presos y poder planear fugas. En España la cárcel de la Modelo está inspirada en este sistema. En Bogotá el actual Museo Nacional también y en México el tristemente famoso Palacio de Lecumberri es panóptico.

El proceso de diseño. Los proyectos arquitectónicos, de cada uno de los edificios que forman la prisión, establecen una relación de funcionamiento sobre bases específicas. En ellas, los aspectos de seguridad, estabilidad, durabilidad y condiciones de extrema rudeza de operación definen las condiciones para que el diseño de cada espacio y de cada elemento (mobiliario, accesorios y equipos)sea especial y profundice en consideraciones de orden totalmente diferentes a las que normalmente estamos acostumbrados. Al respecto, cuando pensamos en un dormitorio y consideramos que estarán uno o varios presos en ella, debemos asumir que cada interno puede manifestar algún re-sentimiento social. En primera instancia, si está solo, debido al estado de depresión o estrés a que esté sometido, puede hacerse daño o incluso quitarse la vida con cuerdas, cintos o elementos punzo cortantes. En segunda, dañar con extrema violencia el mobiliario y los accesorios de la habitación o de los espacios que suele utilizar; por esta razón, deberán diseñarse los muebles y accesorios con determinadas características para evitar que el interno pueda dañarlos o utilizarlos como arma. En todos los espacios donde el interno desarrolle sus actividades tendrán que tomarse en cuenta las anteriores consideraciones y también para el diseño arquitectónico. Con objeto de hacer menos onerosa la operación y el mantenimiento de estos centros se busca utilizar tecnologías alternativas para el reciclaje de agua, generación de energía solar y eólica, el uso de materiales y sistemas constructivos regionales, y no depender de las llamadas "tecnologías de punta", que al llegar de países desarrollados, muchas veces no son los más adecuadas para nuestra realidad. La situación penitenciaria en algunos países subdesarrollados, es sumamente compleja; la arquitectura penitenciaria, por sí sola, es sólo un eslabón de la gran cadena de problemas críticos en el sistema político, preventivo, judicial y ejecutivo: insalubridad, hacinamiento, corrupción, deterioro e inseguridad de las prisiones, que lejos de contribuir a la readaptación, corrompe más a los internos.

La solución de estos establecimientos nos pone en la disyuntiva de conciliar un complejo sistema de seguridad, con las mínimas condiciones de habitabilidad que requieren los internos para llevar una vida decorosa dentro de la prisión. Con esta descripción podemos observar que debido a las múltiples necesidades y restricciones de una prisión, en el proceso de diseño se requiere analizar y conciliar una gran cantidad de elementos para lograr que en estas instituciones se den condiciones adecuadas de habitabilidad. Las prisiones, siendo espacios contradictorios en su planteamiento, son una realidad que la sociedad debe afrontar en forma integral y en donde la arquitectura juega un papel preponderante, aportando elementos formativos fundamentales del sistema judicial y la impartición de la justicia de un estado.

viernes, 25 de enero de 2013

Comentario, "La Arquitectura y el color"


LA ARQUITECTURA Y EL COLOR
La arquitectura es el arte de construir, utilizando diversos materiales (piedras, madera, cemento armado, ladrillo, metal, vidrio…). La arquitectura levanta edificios. Si nos planteamos la cuestión de la influencia del color en la belleza de las obras arquitectónicas podemos responder a ella afirmativamente.
El color es la impresión que produce en la vista la luz reflejada por un cuerpo. En una obra de arte, antes que el deseo de decorar, encontramos el deseo del hombre de expresarse, de manifestar lo que siente, no solo con palabras sino de cualquier otro modo capaz de impresionar a la vista o al oído. Por tanto el color constituye un medio valiosísimo para crear formas bellas y armoniosas que puedan producir en quienes las contemplen una emoción especial, distinta  de cualquier otra. Es esta capacidad de emocionar lo que distingue una manifestación artística de otra que no lo es. A menudo se persigue solo algún resultado práctico o no se logra alcanzar la meta artística obteniendo obras frías, que no transmiten.
La combinación de colores es muy importante ya que determina el efecto visual, la expresión y el simbolismo de la obra.
El uso de la policromía en el arte se remonta a los tiempos más lejanos.
Los asirios y los caldeos revestían sus estatuas de brillantes colores y decoraban las paredes de sus edificios con ladrillos esmaltados y con pinturas murales de color vivo.
Los egipcios decoraban sus templos y palacios con pinturas jeroglíficas.
En Grecia, los templos se hallaban pintadas cubriendo el suelo y las escaleras con un estuco espeso de color rojo; el capitel y el arquitrabe, recubierto de color carmesí; los triglifos, de color azul; las metopas, de rojo en su base; las cornisas, azules, y las columnas y los plafones ligeramente oscurecido por un barniz.
Bizancio, en el S.X, creó un sistema policromado de decoración exterior, consistente en la disposición de fajas horizontales, alternadas de ladrillo y obra de mampostería, que fue de uso común en todas las iglesias, y que perduro hasta el S.XIV. En el interior, la yuxtaposición de mármoles de diferentes colores, los mosaicos, las pinturas y las piedras y metales preciosos.
Durante la edad media  se doraba el follaje de los capitales y se decoraban con pinturas de tonos sencillos las paredes interiores de las iglesias, las bóvedas aparecían pintadas de azul celeste con estrellas doradas o plateadas.
En el renacimiento se empleo la policromía con toda su amplitud, particularmente en Italia y en Francia.
A principios del S.XIX floreció la policromía en las obras de arquitectura gracias al esfuerzo de algunos notables arquitecto como Semper, Hansen, Klece, etc.
Por tanto, el arte de la policromía ha existido siempre con sus periodos de florecimiento y decadencia, y ello justifica que en la realidad utilicemos el color para embellecer o resaltar las obras arquitectónicas. Teniendo en cuentas el resultado que queremos lograr debemos combinar los colores de forma armónica.
Si queremos que la vista se desplace uniformemente para la superficie coloreada, tenemos que emplear, colores parecidos entre sí. Si preferimos, por el contrario, que la vista sea atraída primero por unos colores, y luego por otros, porque nos interesa separar las formas, realizaremos nuestro trabajo con gamas contrastadas.
Debemos también considerar el tipo de edificio de que se trate, el uso que se le va a dar, donde se halla situado, si tiene o no carácter permanente…
Entre estas consideraciones tiene especial relevancia la luminosidad puesto que el color cambia según sea la intensidad de la luz. En una gran claridad todo cuerpo nos parece muy claro y en la sombra los objetos nos parecen mucho más oscuros. Por tanto no obtendremos la misma sensación coloristica en un edificio situado en Andalucía que en otro situado más al norte, con menos horas de luz, ya que el color no es una cualidad intrínseca de los cuerpos, sino el resultado de la forma peculiar de cada cuerpo de absorber y reflejar los rayos luminosos.
El color está presente en la naturaleza. Cuando contemplamos un paisaje podemos percibir gran cantidad de colores que configuran las formas y que son propios de un entorno particular. Creo que el arquitecto debe ser especialmente respetuoso con el entorno y no querer aportar en todo caso por la innovación. Lo que puede ser un proyecto interesante y creativo en un lugar puede resultar chocante en otro. Una urbanización de casas unifamiliares de colores vivos puede ser “divertida” en un entorno costero pero estaría fuera de lugar si la situamos en uno de los preciosos pueblos blancos de la sierra de Cádiz. El mismo cuidado debería tenerse al proyectar un edificio singular junto al casco histórico de una ciudad. Es interesante esta cuestión de la relación entre patrimonio histórico y modernidad. Sin duda, detrás del progreso en las diversas disciplinas hay un importante componente de “atrevimiento creativo” pero no creo que el equilibrio entre estética, creatividad y sensibilidad artística debe ser tenido en cuenta. Las obras de arte que han llegado hasta nosotros y que disfrutamos en nuestros pueblos y ciudades, no son únicamente creaciones individuales, sino algo mucho más importantes, son manifestaciones de la sensibilidad, de la cultura, de la concepción de la existencia que tenía todo un pueblo y por tanto constituyen un legado que merece ser respetado, conservado y protegido de agresiones de todo tipo, incluyendo las de carácter estético que a veces se perpetran en aras de la modernidad. En todo caso debe perseguirse un resultado armónico.
Por otro lado, hay que considerar otro aspecto del empleo del color en la arquitectura y es que el color actúa fuertemente sobre nuestra sensibilidad. El hombre experimenta los efectos sicológicos de los colores: ambiente azul es sedante, un rojo estimulante.
Charles Henry dice de los colores que despiertan “la sensación de placer o de obstáculo”.
Goethe asocia al color violeta la idea de alegría, al rojo la de poder, al azul oscuro la de calma y de frio, al verde de la atracción, al amarillo vivo la del ridículo y al amarillo claro la idea de nobleza.
La arquitectura empieza a consultar a la sicotécnica para su posible utilización en la construcción. Por lo general, los colores de la gama fría se suelen asociar con la calma, la quietud a la seriedad y los colores de la gama calidad se utilizan cuando se quiere expresar alegría, fuerza, valor.
Así ha sido elaborada una verdadera técnica de empleo del color en el campo terapéutico y profiláctico. La industria explota hoy las propiedades de los colores para atenuar la fatiga de los trabajadores y facilitar sin atención, o para prevenir accidentes señalando toda clase de peligros.
En consecuencia, el color es una de las técnicas que el arquitecto puede emplear para embellecer el ambiente en que vivimos pero también para enriquecer nuestra sensibilidad y conseguir el progreso estético.

Escrito por: Patricia Vergara O'Neale

sábado, 12 de enero de 2013

Comentario sobre la película "Mi tío"



Bajo mi punto de vista, la película Mi tío resume la arquitectura del siglo XX en sus dos extremos, contraponiendo dos formas de ciudad y, por lo tanto, dos formas de vida.

Estas dos formas de ciudad a las que me refiero son, por un lado, la ciudad moderna, que en la película se muestra con rasgos futuristas, es decir, todo esta mecanizado; y por otro lado, la ciudad tradicional. Estos dos mundos están representados en la película mediante unos personajes (que son los que desencadenan la película), su casa y el entorno que les rodea. Un personaje clave en la película es el niño, quien conecta estos dos mundos: él vive con una familia moderna y en una casa moderna, sin embargo, su tío vive en la parte antigua y tradicional de la ciudad, en un edificio de vecinos. La familia de la casa moderna representa un tipo de familia consumista, donde todo debe ser perfecto, o por lo menos intentar aparentarlo. Por ejemplo, esto se muestra en la película cada vez que algún vecino va de visita a la casa y la familia pone en funcionamiento todos los mecanismos y aparatos de los que dispone la vivienda (en concreto la fuente, que en mi opinión representa en la película la ostentación) para aparentar ser una familia feliz y perfecta y, además, presumir de ello.  Con esto quiero decir que la casa moderna es simplemente para esta familia otra forma de presumir de su intento de llevar una vida perfecta y ordenada, aunque, como se muestra en la película, debido a la mecanización de esta casa en determinados momentos reina el caos. Todo esto nos lleva a hablar de los estatus sociales: el tío del niño pertenecía a una clase media, mientras que la madre del niño, al casarse con el padre (dueño de una fábrica también muy mecanizada) asciende a un estatus social más alto y más consumista. Es por esto que la familia moderna intenta llevar una vida perfecta, por mantenerse en ese estatus, teniendo como un valor importante el dinero y la economía familiar. Todo lo contrario es lo que representa el tío, quien muestra unos valores más humanos y vive la vida de otro manera, más relajada y tranquila; y es por esto por lo que tiene una muy buena relación con el niño, su sobrino, a pesar de que el padre se oponga, viendo en él un mal ejemplo para su hijo.


En resumen, pienso que la película critica los diferentes tipos de vivienda y los modos de vivir que albergan, siendo en algunos casos unos modos de vivir muy funcionalistas, consumistas e individualistas.

 

Escrito por: Mª del Mar Vicente Ayala