sábado, 24 de noviembre de 2012

Pabellón Alemán de Barcelona, Mies Van Der Rohe



En esta entrada vamos a hablar de la arquitectura moderna y, concretamente, hablaremos de ella tomando como ejemplo el Pabellón Alemán de Barcelona, diseñado por Ludwig Mies Van Der Rohe. Este pabellón fue construido para la Exposición internacional de Barcelona de 1929, como representación de Alemania y concebido como un espacio para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII y las autoridades alemanas. 


La composición y la estructura del Pabellón intentaron simbolizar la vanguardia de la República Alemana de Weimar (1919-1933), representando su carácter progresista y democrático,  y su recuperación tras la Primera Guerra Mundial. Además, el pabellón no era un espacio para albergar grandes multitudes debido a sus modestas dimensiones, sino más bien para recibir a distinguidos visitantes (por ejemplo al rey Alfonso XIII, como ya hemos dicho) por la la utilización de elegantes materiales en su composición. Nos parece interesante hablar sobre este edificio puesto que, además de ser muy conocido en el mundo de la arquitectura, es significativo dentro de la historia de la arquitectura moderna al ser una obra que plasma las entonces nacientes ideas del Movimiento Moderno. El edificio fue desmontado en enero de 1930, a la finalización de la Exposición y a pesar de las voces que pidieron su preservación, debido a las dificultades económicas que atravesaba el estado alemán. Sin embargo, esta obra fue ganando reconocimiento como un referente clave para la historia de la arquitectura del siglo XX, por lo que fue reconstruida fielmente a la original entre 1983 y 1986 por un equipo conformado por Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici y Fernando Ramos. 















ESTRUCTURA, COMPISICIÓN Y DISEÑO:

La composición, basada en un juego independiente y ortogonal de planos, permite una absoluta fluidez espacial, tanto al interior del edificio como en su diálogo con el exterior, gracias a la transparencia de sus generosos ventanales y de los reflejos de las distintas superficies (mármol pulido, vidrios y láminas de agua). Pero si bien el edificio es vidriado algunos de los cristales son opacos, estableciendo un control de las vistas. Esta concepción de fluidez y transparencia buscaba transmitir la idea de libertad y progreso de la República Alemana, en contraposición al Imperio Prusiano.
El pabellón puede considerarse dividido en 4 zonas: el espacio de recepción, la zona de administración, y dos zonas descubiertas: la terraza principal, y el patio sur. El edificio sin embargo es famoso por la fusión entre las distintas zonas y la intencionada disolución de las fronteras entre los espacios interiores y exteriores, creando un recorrido fluido y continuo, en permanente transición. Los elementos verticales y horizontales que definen estas zonas se disponen con libertad, pero regidos por un riguroso orden geométrico, trabajados con precisión y maestría. Es claro el énfasis horizontal en la composición, la que se acentúa por la fuerza que le otorgan los grandes voladizos de la cobertura. El techo se apoya en columnas metálicas en cruz, mientras las paredes se disponen tanto como elementos de soporte como para organizar el espacio. En el interior, muy minimalista, el protagonista es un plano recubierto con un ónice dorado, que aporta al espacio solidez y elegancia gracias a su textura, como observamos en las siguientes fotos:



 El último patio, completamente cerrado por una pared, presenta un estanque de agua en el que descubrimos la estatua Alba, de Georg Kolbe, dispuesta en el extremo opuesto de este pequeño patio de techo descubierto. Una experiencia distinta se tiene si se aproxima por la parte posterior del pabellón, en cuyo caso la escultura aparecerá como punto focal. En cualquier caso, la imagen de la estatua se multiplica en los reflejos del agua, los cristales o el mármol.


 




MOBILIARIO:

Mies también diseñó el mobiliario del pabellón. La pieza más representativa es la llamada "silla Barcelona", construida con la colaboración de la diseñadora Lilly Reich, en cuero y perfiles tubulares de acero inoxidable y que aún hoy en día sigue en producción. 

 
 















LA ARQUITECTURA JAPONESA EN EL PABELLÓN ALEMAN:

La arquitectura tradicional japonesa tuvo gran influencia en muchos maestros de la arquitectura moderna. Muchos investigadores han encontrado paralelos entre el Pabellón Alemán y la arquitectura nipona tradicional, particularmente en cuanto a la marcada horizontalidad en composición formal, la independencia entre columnas portantes y tabiques divisores del espacio, la asimetría, la organización espacial, la dinámica secuencia de movimiento, la integración del edificio a la naturaleza, e incluso la utilización de estanques de agua. 




 

 A continuación dejamos algunas fotos e imágenes del Pabellón Alemán, así como un video, para la mejor explicación del edificio:











viernes, 23 de noviembre de 2012

ESTRUCTURA y DISEÑO de la Escuela de Bellas Artes, La Habana



ESTRUCTURA:
Cada arquitecto diseñó con libertad e independencia respecto de los otros, aunque los tres parten de algunas premisas comunes, y es por esto que hay una gran variedad de planteamientos particulares. Sin embargo, el conjunto de los cinco pabellones (de las cinco escuelas) logra una asombrosa unidad bella y compleja. Para comunicar cada una de las escuelas y las distintas artes de cada una recurrieron al uso de pasillos cubiertos. Es decir, los cinco edificios estaban destinados a existir como estructuras autónomas, pero también trabajaban juntos como un todo estético.
Puesto que la obra se ubica en el espacio de Cubanacán, con una gran vegetación, los arquitectos buscaron integrar sus edificios al paisaje, respetando todo lo posible el espectacular entorno natural. 




 Planos de la Escuela de Bellas Artes











DISEÑO Y MATERIALES UTILIZADOS:
Respecto a los materiales, los tres arquitectos adaptaron sus diseños a las formas estructurales del ladrillo, ya que debido al bloqueo norteamericano y al subdesarrollo industrial carecían de acero y hormigón.
La obra es un conjunto de arquitectura de geometría orgánica, en la que abundan las bóvedas tabicadas de tradición catalana y las cúpulas. Abundan las formas libres y expresivas, que fusionan la modernidad con la tradición colonial de Cuba. La bóveda catalana o bóveda tabicada, como su nombre indica, proviene de la construcción tradicional catalana y consiste en cubrir el espacio mediante una bóveda de ladrillos.